Copyright © 2025. Todos los derechos reservados
Oficial: $0.00
Blue: $0.00
MEP: $0.00
Los funcionarios dieron explicaciones acerca de la cobertura y el impacto de la plaga. Las provincias asumieron enteramente la responsabilidad tras la baja de los fondos de Nación. Desde que el Gobierno de la Nación dejó de enviar a las provincias los fondos ARN (aportes no reembolsables) para combatir la plaga de la lobesia botrana, las provincias vitivinícolas tuvieron que hacerse cargo del operativo en su totalidad, en conjunto con los propios productores. Aún así, hay organismos técnicos como COVIAR el cual, en su búsqueda por dar cumplimiento al plan vitivinícola, convocó a funcionarios de las provincias más importantes en materia vitivinícola como son Mendoza y San Juan para que expongan sobre el operativo que fue implementado, cómo se llevó a cabo y cuál fue el porcentaje de hectáreas abarcadas. En una reunión entre las tres partes se presentó un informe técnico sobre lo hecho para mitigar el avance de la Lobesia Botrana. El representante de Mendoza y quien es director de Agricultura en la provincia, Alfredo Draque, compartió su experiencia. “Es muy importante tener controlada esta plaga. Desde el Gobierno de Mendoza se destinaron más de 6 millones de dólares para actuar sobre los focos más activos, como son los oasis este y norte de la provincia y algunas zonas de Valle de Uco”. En este sentido, dio detalles del impacto de la plaga. “Tenemos estimado que en esta Vendimia se perdió entre el 5% y 7% de la producción total de uvas de Mendoza por la Lobesia”, afirmó. Por la provincia de San Juan participaron los ingenieros agrónomos Pablo Plana y Jésica Lobos, director y subdirectora de Sanidad Vegetal, Animal y Alimentos de la provincia. Ellos destacaron el control químico de la plaga mediante aplicaciones por avión, drones y el uso de insecticidas, mediante los cuales lograron cubrir un total equivalente a 45.755 hectáreas. Esto representa un 38,5% más de cobertura que durante la campaña 2023/2024 -39.684 hectáreas en aquella vez-. Desde el Gobierno de la provincia de San Juan ya han asegurado que el plan continuará en marcha, mediante financiamiento propio. Nota exclusiva para La Voz del Viñatero. En caso de usar el contenido o reproducirlo no olvide citar como fuente a La Voz del Viñatero – www.lavozdelvinatero.com.ar
Los datos de la peor cosecha en 70 años que tenía la provincia hacía prever que la producción de vino también sería mala. Cuál fue
Un relevamiento encargado por el Observatorio Económico del Turismo del Vino reflejó el dato del crecimiento del enoturismo en la provincia. El turismo del
El Foro Mundial de Cooperativas Vitivinícolas se reunió para renovar autoridades y compartir visiones a mediano y largo plazo sobre la industria. Los argentinos presentes.
Las cuatro más representativas organizaciones rurales y sus respectivos dirigentes manifestaron su apoyo al organismo y la defensa de su continuidad, tras el proyecto que
Unas once bodegas participaron de la feria Vinexpo America, para promover la internacionalización del vino argentino. Encuentros con empresas de servicios, compradores y exposiciones.
En una nueva aplicación de la reforma que implementa el ejecutivo, la Coviar y la cámara de los vinos a granel acordaron con Agricultura el
Según el semáforo de las economías regionales que publica Coninagro el vino es de las peores actividades en sus variables de medición, junto con la yerba mate. Las economías regionales empiezan a recuperarse a medida que se implementan medidas que facilitan la quita de impuestos y trabas burocráticas, pero la situación sigue siendo compleja. Principalmente para la vitivinicultura, que es una de las que transita una situación más complicada. Así se desprende del último estudio publicado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), que establece variables para medir el estado actual de 19 economías regionales de nuestro país. Este estudio, conocido como Semáforo de las Economías Regionales -se publica mes a mes pero esta vez corresponde a marzo pasado-, establece cinco categorías para calificar la situación actual de cada una de las economías analizadas. Van de Prosperidad, Crecimiento (ambas verde), Advertencia (amarillo), Signos de crisis y Crisis (las últimas en rojo). A su vez, se analizan tres componentes: negocio, productivo y mercado. El primero evalúa la evolución del precio y el costo, tanto mensual como interanual. El segundo mide el área o stock, según corresponda, y la producción. Y el último, la evolución de las exportaciones y las importaciones de las producciones, así como el consumo interno. Según los datos de marzo, el semáforo muestra 2 actividades en verde, 10 en amarillo y 7 en rojo, entre las que se encuentra la vitivinicultura. Prácticamente sin cambios respecto a febrero. Las modificaciones se generaron en las economías regionales en verde (mejora en bovinos), mientras que siguen en rojo prácticamente las mismas economías regionales, algunas ya por 12 meses consecutivos como es el caso justamente del vino y mosto y de la yerba mate. En advertencia se encuentran entre otras el algodón, forestal, granos y leche. Según explicó el comunicado de Coninagro, las actividades en rojo (algodón, arroz, cítricos dulces, mandioca, peras y manzanas, vino y mosto y yerba mate) siguen viendo dañado el componente negocio de su actividad. Esto, ya que “los precios, en muchos casos han bajado o se atrasaron significativamente respecto a la inflación y a la suba de sus costos. Esto se dio en un contexto de exportaciones que no traccionan precios por un tipo de cambio apreciado y un consumo interno que durante gran parte del último año estuvo debilitado”. “En el componente productivo, tanto en superficie/stock como en producción, hay comportamientos dispares. Sin embargo, resaltan algunas
Las cuatro más representativas organizaciones rurales y sus respectivos dirigentes manifestaron su apoyo al organismo y la defensa de su continuidad, tras el proyecto que pretende eliminarla. Frente al proyecto de ley que busca la eliminación de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), presentada por un legislador del PRO, una gran cantidad de organismos y protagonistas se han manifestado. También los dirigentes más importantes del campo argentino, ratificando su apoyo a la corporación y su implementación del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI). Lo hizo primero mediante un comunicado y luego a través de las voces de los principales referentes. En concreto, las organizaciones que prestaron su apoyo son la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). Fernando Pino, el presidente de la Sociedad Rural, fue uno de los primeros en expresarse. “Está perfecto que todo se evalúe pero deben ser las mismas condiciones para todos. Está bien repensar y tomar acciones si es necesario, pero creo que hay que evaluar qué es lo que hacen las instituciones. Las instituciones son un puntal muy importante para Argentina y hay que respetar el laburo que hacen. A partir de ahí, sentarse en una mesa e intercambiar opiniones”, explicó. Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina) y Lucas Magnano (Coninagro) destacaron la importancia del trabajo conjunto y el rol estratégico que cumple la vitivinicultura organizada. 👉 Deslizá para ver qué dijeron. 🔗 Más información en https://t.co/F0H8dN9hFN pic.twitter.com/3oMXfTPAQz — COVIAR (@COVIAR1) May 14, 2025 Mucho más contundente fue, por ejemplo, el presidente de Coninagro, Lucas Magnano, quien también llevó adelante su propio descargo. “La Coviar ha sido una corporación que ha trabajado para toda la cadena, desde el productor hasta la góndola. A su vez en desarrollar esos planes estratégicos que necesita el sector vitivinícola. No tengo duda de que hace un trabajo muy bueno y es muy importante”, expresó. “Por otro lado, creo que es momento de empezar a hablar un poco más seriamente las cosas. Me preocupa que la política, en este caso un diputado de la Capital Federal se ponga a opinar de la Coviar cuando probablemente no la conozca. Creo que la política es muy buena pero debería ser más responsable y dejar que los legisladores de cada región aporten y tomen las decisiones sobre las cosas que conocen”, se quejó luego luego. Para cerrar, Magnano recomendó: “Creo que es importante que tengan
La Resolución 328/2025 fue publicada este martes en el Boletín Oficial y contempla cambios significativos de los requisitos para la producción, empaque y transporte de hortalizas frescas destinadas tanto al mercado externo como interno. El Senasa, en colaboración con el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, aprobó una nueva reglamentación que actualiza los requisitos para la producción, empaque y transporte de hortalizas frescas destinadas tanto a la exportación como al mercado interno. Todo en un nuevo intento del Ejecutivo nacional para darle mayor flexibilidad a la producción. La medida es oficial por intermedio de la Resolución 328/2025 publicada hoy en el Boletín y responde a la necesidad de “adecuar las normativas vigentes a las exigencias internacionales y a las mejores prácticas actuales”, expresaron. Entre los cambios destacados se encuentran la actualización de los estándares de identidad y calidad, la simplificación de requisitos administrativos y la incorporación de criterios específicos para asegurar la sanidad, inocuidad y conservación de las hortalizas durante todo su trayecto comercial. Asimismo, se eliminaron procedimientos que dificultaban la competitividad del sector, sin comprometer los altos estándares de calidad que caracterizan a los productos argentinos. La particularidad de la medida es que se implementó en tanto por el impulso de un productor de ajos de Mendoza, quien se comunicó con el propio ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger para contarle de las trabas e inconvenientes del sistema anterior. El propio funcionario fue el responsable de relatar la historia por intermedio de una publicación en su cuenta en la red social X. “Hace un tiempo me escribió un productor mendocino de ajos. Me contaba que para autorizarle la exportación le medían el tamaño de las cabezas de ajo, prohibiéndole las que eran pequeñas (sí…, como si no tuviéramos problemas el Estado gastaba recursos propios y ajenos midiendo cabezas de ajo). Un absurdo, se lamentaba, porque sus ajos se exportaban a Corea para hacer puré”, comenzó. Luego, agregó que la Resolución 328/25 del Senasa, que lleva la firma de su presidente Pablo Cortese, “completa la desregulación de la producción de hortalizas que comentamos ayer y barre con esta locura de un funcionario queriendo dictaminar qué se debe producir”. “Se termina la habilitación de plantas de empaque (solo hay que presentar una declaración jurada). Se eliminan todas las disposiciones de calidad y de envasado y se simplifica la exportación. El resultado está a la vista en
En una nueva aplicación de la reforma que implementa el ejecutivo, la Coviar y la cámara de los vinos a granel acordaron con Agricultura el cese del impuesto por derechos de exportación. La industria vitivinícola celebra otra novedad propia de las reformas que se vienen aplicando en la industria vitivinícola. Sucede que el Gobierno de la Nación por intermedio de las Secretarías de Agricultura y Comercio decretó el fin de las retenciones para algunos productos vitivinícolas. Todo surgió como parte de un acuerdo entre las distintas carteras gubernamentales, en conjunto con algunas cámaras empresariales de distintos sectores, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y la Cámara Argentina de Vinos a Granel. Las negociaciones se materializaron mediante la publicación del Decreto 305/25 definitivo en el Boletín Oficial este viernes. El mismo lleva la firma del presidente Javier Milei y en él se eliminan los impuestos a la exportación de varios productos elaborados. La medida beneficiará inicialmente a 3.580 empresas, casi el 40% de las que exportan en Argentina. En 2024, el valor de las exportaciones de estos productos acumuló 3.804 millones de dólares. Entre ellos, además de los productos vitivinícolas, se incluyen las agropartes, productos de fundición, maquinaria agrícola, óptica, vidrio, autopartes, maquinaria y equipo, relojería, preparados de sangre u hormonas elaborados por la industria farmacéutica, como tubos, cables e insecticidas. También a productos de alto valor agregado, como cosméticos, partes de motores y piezas de autos, como bombas, válvulas o engranajes, plásticos y metales, entre otros. En el caso de la industria vitivinícola, el decreto pone fin a las retenciones a la exportación de ácido tartárico, ácido metatartárico y cremor tártaro. Pagaban alícuotas del 4,5% y el beneficio estimado es de $400 millones por año. Ácido tartárico (NCM 29181200) Sales del ácido tartárico / Cremor Tártaro (NCM 29181310) Ésteres del ácido tartárico / Ácido Metatartárico (NCM 29181320) Estos productos son elaborados por empresas que luego exportan y hasta ahora tenían que pagar Derechos de Exportación por el 4,5% sobre el precio final de venta. Desde el decreto pasan a tener retenciones 0%. Según datos del INDEC en los últimos cinco años se exportaron en 8,1 millones de dólares en promedio por año, por lo que la quita de derechos de exportación implica un alivio fiscal para el sector cercano a los 360.000 dólares anuales. Nota exclusiva para La Voz del Viñatero. En caso de usar el contenido o reproducirlo
El Gobierno nacional flexibilizó un trámite administrativo determinante para el agro, al eliminar el Certificado de Importación de Bienes Usados. Enojo de los fabricantes. El Gobierno nacional flexibilizó la importación de maquinaria usada a través de la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), una medida que forma parte de un paquete de desregulaciones, de las cuales no muchas han sido acompañadas. De hecho, será determinante para el sector productivo por las consecuencias que puede implicar esta misma, desde el abaratamiento de la maquinaria agrícola hasta la posibilidad de operación sin ningún tipo de certificación. Hubo malestar a nivel industrial pero principalmente por parte de los fabricantes locales de maquinarias, quienes ven afectado su negocio. De hecho, el CIBU regía desde hace más de tres décadas en el país y regulaba también a aquella maquinaria que haya sido fabricada en el país. La más acérrima oposición fue planteada desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y equipamiento. Esta organización representa marcas clave como Agrale, John Deere, New Holland, entre otras. En un comunicado, explicaron: “La forma de implementación de esta medida generará impactos económicos, sociales y ambientales adversos significativos para el país. Impide una competencia genuina ya que introduce una clara asimetría entre la producción y distribución local, y la importación de maquinaria usada -que no cuenta con garantía ni trazabilidad alguna- proveniente de economías subsidiadas y con cargas sensiblemente menores, tanto en materia fiscal, como en costos laborales; condiciones superiores en financiamiento y promoción de la producción y de la comercialización; en los seguros y en la logística”. “La competitividad de la fabricación local se logra bajando el costo argentino (matriz impositiva, costos laborales, etc.). Importar equipos usados, subsidiados y obsoletos nos alejan de esa meta”, sentenciaron. Sin embargo, las alarmas no están solo encendidas entre los fabricantes e industriales, sino que la medida tiene potencial para reconfigurar todo el ecosistema del agro, porque puede generar consecuencias impensadas. Por ejemplo, el reemplazo masivo de cosechadores y trabajadores por maquinaria. Sin contar los riesgos de seguridad e higiene. Nota exclusiva para La Voz del Viñatero. En caso de usar el contenido o reproducirlo no olvide citar como fuente a La Voz del Viñatero – www.lavozdelvinatero.com.ar
El diputado Jorge Difonso ofreció un documento con una serie de reformas necesarias para contrarrestar la competencia desleal de los productores primarios y mejorar la rentabilidad. En el cierre de la temporada de cosecha en la vitivinicultura, sigue preocupando la rentabilidad del sector productivo primario, ya sea de uvas como hortalizas y otros cultivos. En ese marco, desde el sector político se impulsa un proyecto con el objetivo de mejorar las condiciones de acceso al crédito, generar renta y contribuir a la subsistencia del sector. El temor planteado es que muchas de las frutas y hortalizas que se producen en Mendoza tienen precios que no alcanzan a cubrir los costos aún en cosecha, sin contar inconvenientes climáticos qué destruyen la producción, como el granizo. La propuesta está encabezada por el diputado provincial Jorge Difonso, quien presentó una serie de puntos que pueden ser tomados como ejes de acción por el ejecutivo. Se detallan a continuación. Programa de comercialización conjunta: Fomentar la creación de cooperativas o asociaciones de productores para comercializar sus productos de manera conjunta, reduciendo costos y aumentando la eficiencia. Para eso, es necesario el acceso a mercados más rentables, identificar y desarrollar canales de comercialización más rentables, como mercados especializados, ferias y ventas directas al consumidor. Incentivos económicos como subsidios o créditos con tasas de interés bajas para cubrir costos de producción, inversión en tecnología o infraestructura. También implementar programas de seguro agrícola para proteger a los productores que acrediten estar en producción, estén registrados o no, contra pérdidas debido a factores climáticos o sanitarios que cubran la totalidad de los gastos, no solo una parte como ocurre hoy con el Fondo Compensador Agrícola. Innovación y tecnología: fomentar la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y prácticas agrícolas que mejoren la productividad y reduzcan los costos. Se necesita proporcionar asistencia técnica a los productores para que puedan adoptar tecnologías y prácticas más eficientes. En cuanto a la infraestructura y logística, se plantearon algunos puntos. Por un lado la mejora de la infraestructura de riego, invirtiendo en la mejora de la infraestructura para aumentar la eficiencia en el uso del agua y reducir costos. Luego la construcción de centros de acopio y distribución que permitan a los productores almacenar y comercializar sus productos de manera más eficiente. Por otro lado, el plan de mejora de caminos rurales y rutas, con falta de mantenimiento. Finalmente, la recuperación de
Hasta el 30 de marzo, la Argentina lleva recolectados más de 16,4 millones de quintales de uva. Mendoza lidera el crecimiento con una suba del 15%, mientras San Juan sufre una caída del 10% por efecto de enfermedades. La temporada de cosecha 2025 avanza en todo el país y, en muchas regiones, ya transita sus tramos finales. Según el último informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), hasta la semana 17 de cosecha —cerrada el 30 de marzo— las bodegas argentinas han recibido un total de 16.446.810 quintales de uva, lo que representa un crecimiento del 7,5% en comparación con igual período del año pasado. En 2024, para esa misma fecha, el volumen recolectado alcanzaba los 15.296.506 quintales. De esta forma, se estarían cumpliendo las previsiones elaboradas por el INV durante los primeros meses del año, aunque el volumen actual aún se encuentra 1,5% por debajo de la estimación oficial difundida en enero. El crecimiento global tiene su principal motor en Mendoza, que al 30 de marzo había ingresado 11.958.700 quintales de uva, un aumento del 15% respecto a los 10.391.477 quintales recolectados en 2024. Esta provincia concentra el mayor volumen de producción y su desempeño ha sido clave para traccionar la cifra nacional. En cambio, la situación en San Juan es más compleja. La provincia acumuló 3.545.879 quintales, lo que significa una caída del 10,2% interanual. En 2024, a la misma altura del año, ya se habían cosechado 3.949.795 quintales. La merma se atribuye principalmente al brote de peronóspera registrado entre octubre y noviembre del año pasado, favorecido por lluvias intensas que afectaron el desarrollo sanitario de los viñedos. En términos de producción, el INV informó que hasta el momento se han generado 636.543.755 litros de vino y 303.299.117 litros de mosto. Estas cifras permiten anticipar un escenario de relativa estabilidad para el mercado interno y brindan señales preliminares sobre la disponibilidad de producto para exportación. Con la vendimia entrando en su etapa final, el desempeño de Mendoza sostiene el optimismo del sector. Sin embargo, las dificultades sanitarias en San Juan recuerdan que el contexto climático sigue siendo un factor determinante. En las próximas semanas, el seguimiento del volumen final y la evolución de los mercados marcarán la hoja de ruta para la industria vitivinícola argentina en el resto del año. ACCEDÉ AL INFORME COMPLETO AQUÍ
Legisladores del PJ impulsaron las iniciativas en el marco de una temporada en la que productores vienen reclamando contra las ofertas, algunas apenas por encima de los costos. La cosecha avanza y la disputa por el precio de la uva no se resuelve. Distintas asociaciones de productores han advertido sobre la situación alarmante de las ofertas, en ocasiones que apenas cubren el costo de producción, pero la situación tomó estado público. Temporada a temporada se reclama una intervención gubernamental para garantizar la sostenibilidad en toda la cadena. Sin embargo, no se asoma una medida desde el Ejecutivo nacional ni en el de Mendoza, y las autoridades hablan de un problema sometido a la ley de la “oferta y demanda”. En este marco, legisladores del bloque del Partido Justicialista (PJ) presentaron dos proyectos de ley mediante los cuales exigen la intervención del Gobierno para mejorar el precio de la uva y apoyar a los productores primarios. Las iniciativas fueron impulsadas por los senadores Mauricio Sat y Félix González, quienes manifestaron su preocupación por la crisis que enfrenta el sector vitivinícola. «El gobierno optó por borrarse y considera que no es lo óptimo. Sin embargo, los números de cantidad de hectáreas y productores que quedan nos indican que no vamos por el camino correcto. Por eso hoy proponemos varias alternativas y operativos para desarrollar, pero dependemos de la voluntad política del gobierno provincial», afirmó Sat durante su intervención en el recinto. Por su parte, el senador Félix González destacó la necesidad de que el Banco de Vino cumpla con su función de intervenir y asistir al sector primario. «Es una herramienta útil que hoy tiene el Gobierno, pero con su nueva visión liberal del mercado no lo pone en funcionamiento», advirtió. Los legisladores del PJ insistieron en que la falta de acción del gobierno provincial está dejando a los productores en una situación crítica, y reclamaron una respuesta urgente para garantizar precios justos y medidas de protección para la producción vitivinícola. Nota exclusiva para La Voz del Viñatero. En caso de usar el contenido o reproducirlo no olvide citar como fuente a La Voz del Viñatero – www.lavozdelvinatero.com.ar
El INV oficializó la implementación de la fermentación alcohólica diferida, que permite almacenar mosto para producir vino en el futuro. La queja de los productores y el reclamo contra los “especuladores”. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) aprobó mediante una resolución el uso de la fermentación alcohólica diferida, una técnica enológica que consiste en retrasar intencionalmente la fermentación alcohólica del mosto de uva, con distintos objetivos. Para lograrlo se utilizan métodos químicos como sulfitar los mostos añadiendo anhídrido sulfuroso (SO₂) o físicos al enfriarlos para evitar el desarrollo inmediato de levaduras. De esta manera, el método permite almacenar el mosto durante un tiempo más antes de fermentar, lo que puede ser útil para administrar la producción. Tras la aprobación, estalló un nuevo foco de conflicto con los productores de uva, molestos porque consideran que es un mecanismo más que facilitará a los bodegueros para especular con la disponibilidad de uvas y su precio. Desde la Asociación de Viñateros de Mendoza emitieron un comunicado expresando su “rotundo rechazo” a la Resolución 6/2025 del INV que facilitó justamente esta aprobación, la cual a su vez derogó la legislación vigente al respecto, la Resolución 80/92. “Por un lado, el acuerdo Mendoza–San Juan establece un porcentaje de uvas a mosto para intentar mantener equilibrado el stock de vino y esto viene tácitamente a operar todo lo contrario ya que en cualquier momento se podría derivar todo ese mosto a vino. Algunos especuladores ya se están excusando en esto para intentar aún más una caída de precios pretendido a pagar por la uva y vino al productor. Nunca se sabrá el stock real del vino ya que en cualquier momento se podrá fermentar mosto para hacer vino”, señala el comunicado. “Entendemos que esta resolución es totalmente contraria a la Ley Nº 14.878 y sus principios, con lo cual pretender esta modificación solo se podría lograr modificando la ley y no a través de una resolución. Entendemos que se debería dar marcha atrás con esta resolución”, agrega. Por otro lado, desde el sector de viñateros señalaron como fundamental que las autoridades de Mendoza y San Juan modifiquen el acuerdo con el objetivo de que el mosto elaborado con fines de diversificación no pueda ser luego fermentado a vino. Por otro lado, convocaron al INV a reglamentar la guarda de este mosto para su fermentación diferida, así la industria conoce su disponibilidad y cómo será su
Un nuevo reporte del Instituto Nacional de Vitivinicultura relativo a abril indicó que por cuarto mes consecutivo las ventas locales aumentaron con respecto a los mismos meses de 2024. También el acumulado del cuatrimestre. El 2025 le sonríe a la venta de vinos en el mercado interno. Sucede que por cuarto mes consecutivo los números marcaron un crecimiento en comparación a los mismos meses del año 2024 y también si se compara todo el cuatrimestre. La novedad fue compartida recientemente por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, el cual estimó que durante abril se vendieron un total de 58.475.600 litros, lo que representa un incremento del 7,9% con respecto a abril de 2024. Como dijimos, es el cuarto número interanual positivo luego de que tanto enero, febrero y marzo marcaran esa misma tendencia. El último número en rojo fue en diciembre, cuando no solo hubo una caída mes a mes sino también en todo el acumulado del año comparando con el 2023. Fue un año adverso para las ventas en el mercado interno, pese al incremento de las exportaciones. Regresando al 2025, si consideramos los datos del primer cuatrimestre, el volumen total de las ventas fue de 222.662.400 de litros de vino, marcando un incremento del 6,5% comparado con el mismo periodo. Es decir, el despacho de vinos en el mercado interno aumentó en 13.628.600 litros. Un fuerte impacto en este número lo tuvo el crecimiento en las ventas de vinos varietales, que superó el 16%. Los vinos genéricos se mantuvieron casi estables con un crecimiento superior al 1%. También los espumantes tuvieron un gran rendimiento, creciendo por encima del 55%, aunque ocupando un segmento muy minoritario del mercado con apenas el 3,8%. También vale la pena destacar que le rendimiento de los vinos de color (tintos y rosados) fue significativamente superior que el de los blancos. Mientras los primeros se incrementaron 16,5%en abril, los segundos cayeron 10,3%. Peor aún si recortamos todo el primer cuatrimestre, con crecimiento del 14,1% y caída del 10,6%. Por último, cabe destacar que el informe evaluó que por segunda vez en el año hubo crecimiento de un mes al otro. En esta ocasión fue de 5,1% comparado a marzo, mientras que en marzo creció con respecto a febrero. Solo en febrero cayó con respecto a enero. Nota exclusiva para La Voz del Viñatero. En caso de usar el contenido o
La crisis climática sacude la producción mundial de vino. Las últimas cifras presentadas por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) en su informe anual del 2023 han sacudido al sector vitivinícola mundial. Este análisis anual no solo desglosa las estadísticas sobre producción, consumo y comercio de vino, sino que también ofrece una visión clara de los retos y oportunidades que se enfrenta la industria en un contexto de cambio climático y recuperación económica post-pandemia. En 2023, la producción mundial de vino se redujo drásticamente a 237 millones de hectolitros, un 9,6% menos que el año anterior. Este descenso alarmante pone de manifiesto los efectos devastadores de las condiciones climáticas extremas. Las heladas tardías, las sequías prolongadas y las inusuales tormentas han golpeado duramente a los viñedos, especialmente en regiones clave como Italia, Francia, Argentina y Chile. En medio de esta tormenta, España ha mostrado una notable resiliencia. A pesar de las condiciones climáticas adversas que también afectaron a nuestro país, España ha logrado mantener una producción relativamente estable gracias a la adopción de técnicas vitivinícolas avanzadas y prácticas agrícolas sostenibles. Este esfuerzo ha permitido que España siga siendo uno de los principales productores de vino del mundo, ocupando el tercer lugar tras Italia y Francia. Las bodegas españolas han apostado por la innovación y la sostenibilidad, invirtiendo en tecnologías que mejoran la eficiencia del riego y la gestión de plagas, y desarrollando variedades de uva más resistentes a las inclemencias del tiempo. Estas estrategias no solo garantizan la continuidad de la producción, sino que también mejoran la calidad de nuestros vinos. El consumo mundial de vino en 2023 se ha mantenido estable, con alrededor de 232 millones de hectolitros. Esta estabilidad refleja un cambio en los hábitos de consumo, influenciado por factores económicos y sociales, y una recuperación post-pandemia que sigue siendo desigual. En España, el consumo de vino ha experimentado una ligera recuperación, impulsada en gran medida por el repunte del turismo y el creciente interés por el enoturismo. El enoturismo se ha convertido en un motor clave para la industria vitivinícola española. Las regiones vitivinícolas están viendo un aumento en la afluencia de turistas interesados en conocer de cerca los procesos de producción y degustar vinos locales. Esta tendencia no solo fomenta el consumo interno de vino, sino que también contribuye al desarrollo económico de las zonas rurales. El comercio internacional de vino
Del encuentro que se llevó a cabo en el Park Hyatt Hotel fueron parte, entre otros, el presidente del organismo Mario González, el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo y la vicepresidente Victoria Villaroel. Nuevamente y como cada año sucede para estas fechas, los ojos de la política nacional estuvieron puestos en la provincia de Mendoza, que desplegó otra vez el extenso calendario de eventos sociales, culturales pero también políticos, en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia. El sábado tuvo su cúspide con el desayuno de la COVIAR y el almuerzo de Bodegas de Argentina, dos eventos tradicionales en los que se lleva a cabo un balance de las políticas económicas en materia vitivinícola, se marca el rumbo para el futuro y, por qué no, se dan lugar a los reclamos y tirones que se encuentran latentes. El evento, que se llevó a cabo en Park Hyatt Hotel, contó con la presencia de figuras centrales de la industria como el presidente del organismo, Mario González, Jose Zuccardi, su expresidente y el presidente del INV, Carlos Tizio. También figuras de la política provincial como el propio gobernador Alfredo Cornejo y exgobernadores y funcionarios del Gabinete y del poder legislativo. También legisladores nacionales, la vicepresidente de la Nación Victoria Villaroel y funcionarios del Estadio nacional, como el ministro del Interior, Guillermo Francos; el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli y el secretario de Producción de la Nación, Juan Pazzo. También el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, con Gerardo Morales. Al presentar el evento, González destacó que la vitivinicultura tiene una gran potencialidad de crecimiento en el mercado mundial pero que para eso se necesitan “reglas claras” para competir y mucha promoción. “Pedimos un esquema impositivo que priorice la inversión y el trabajo”, expresó. Luego destacó que es el sector del agro que más empleo genera por hectárea. Luego llegó el turno del Gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, quien tras un discurso de unos 20 minutos, sostuvo que “Argentina en su conjunto es un actor fundamental en el mercado del vino del mundo. El vino es uno de los productos que nos identifican como país, es un mercado con muchos jugadores para competir y podemos hacerlo incluso mejor con más cantidad y calidad. Nos tenemos fe para enfrentar amenazas como la baja del consumo, el problema del agua y el cambio climático”. Luego, celebró que Argentina es un
Trabajamos para que tu voz se escuche más fuerte.
Suscribite gratis a nuestro boletín informativo semanal.
Copyright © 2025. Todos los derechos reservados