El Gobierno nacional flexibilizó un trámite administrativo determinante para el agro, al eliminar el Certificado de Importación de Bienes Usados. Enojo de los fabricantes.
El Gobierno nacional flexibilizó la importación de maquinaria usada a través de la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), una medida que forma parte de un paquete de desregulaciones, de las cuales no muchas han sido acompañadas.
De hecho, será determinante para el sector productivo por las consecuencias que puede implicar esta misma, desde el abaratamiento de la maquinaria agrícola hasta la posibilidad de operación sin ningún tipo de certificación. Hubo malestar a nivel industrial pero principalmente por parte de los fabricantes locales de maquinarias, quienes ven afectado su negocio.
De hecho, el CIBU regía desde hace más de tres décadas en el país y regulaba también a aquella maquinaria que haya sido fabricada en el país.
La más acérrima oposición fue planteada desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y equipamiento. Esta organización representa marcas clave como Agrale, John Deere, New Holland, entre otras.
En un comunicado, explicaron: “La forma de implementación de esta medida generará impactos económicos, sociales y ambientales adversos significativos para el país. Impide una competencia genuina ya que introduce una clara asimetría entre la producción y distribución local, y la importación de maquinaria usada -que no cuenta con garantía ni trazabilidad alguna- proveniente de economías subsidiadas y con cargas sensiblemente menores, tanto en materia fiscal, como en costos laborales; condiciones superiores en financiamiento y promoción de la producción y de la comercialización; en los seguros y en la logística”.
“La competitividad de la fabricación local se logra bajando el costo argentino (matriz impositiva, costos laborales, etc.). Importar equipos usados, subsidiados y obsoletos nos alejan de esa meta”, sentenciaron.
Sin embargo, las alarmas no están solo encendidas entre los fabricantes e industriales, sino que la medida tiene potencial para reconfigurar todo el ecosistema del agro, porque puede generar consecuencias impensadas. Por ejemplo, el reemplazo masivo de cosechadores y trabajadores por maquinaria. Sin contar los riesgos de seguridad e higiene.
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