Un mercado poco representativo para Argentina flexibilizó su presión impositiva y se convirtió en una oportunidad para crecer, en el objetivo de ubicar los vinos argentinos en el exterior.
Buenas noticias llegan desde Asia para la industria exportadora de vino. Sucede que Tailandia, un mercado por el momento poco explotado pero que puede crecer, ha flexibilizado las barreras impositivas.
La medida había sido anticipada desde el mes de enero, entró en vigencia a finales del mes pasado y fue la Embajada Argentina en ese país la responsable de informar, recientemente, que el país asiático ordenó la reducción de aranceles de importación al vino y espumantes.
Específicamente para el vino y para el vino espumante, el impuesto basado en el valor (ad valorem) se redujo de un 10% a un 5%. En tanto que el impuesto que se basa en porcentaje de alcohol (litro x porcentaje de alcohol x THB) fue reducido de THB 1.500 a THB 1.000.
El gobierno de Tailandia aplicó esta medida específica en un marco de flexibilizaciones que incluyen a la mayoría de las bebidas alcohólicas y a la producción de alcohol. En este sentido, los más beneficiados son los vinos franceses y estadounidenses, que tenían un impuesto especial. Estas bebidas debían importarse abonando ese impuesto especial, el impuesto municipal, el impuesto sanitario y el arancel por importación.
Esta presión impositiva surgió de una ley de impuestos aprobada en 2017 y se mantuvo. También ha afectando a la industria cigarrera. Sin embargo, la industria comenzó a alarmarse cuando hubo una promesa de un fuerte aumento de impuestos a la cerveza sin alcohol en mayo pasado, que obligó a la primera marcha atrás.
Se estima que con las nuevas medidas, según publicó el sitio especializado The Drink Business, Tailandia perderá buena parte de los 178.000 millones de libras (3.900 millones de euros) en impuestos al sector que recaudó el año pasado, entre el vino, la cerveza y otras bebidas.
Sin embargo, estiman que estas medidas incrementarán el consumo de vino y con ello la demanda, lo cual es interesante para los países productores, teniendo en cuenta que el 100 por ciento de lo que se consume se importa.
En este sentido y volviendo a Argentina, nuestro país exportó a Tailandia en 2023 un total de 182.930 litros de vinos fraccionados, por un valor total de 1,15 millones de dólares. Este mercado, representa el 0,09% del volumen total de las exportaciones y el 0,17% de la facturación. Pero bien podría ampliarse.
Según datos del INV, relevados por el Observatorio Vitivinícola Argentino, Tailandia importa vinos de Argentina a un precio promedio de 6,29 dólares por litro, casi el doble de los 3,49 dólares por litro que se paga en promedio por las exportaciones argentinas.
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