Distintas fuentes reflejan en números un panorama complicado para el rubro, que no escapa a la situación global que atraviesa Argentina.
Argentina atraviesa un proceso de recesión en el consumo de productos, ante la crisis inflacionaria y la caída en la actividad. Esta crisis suele verse principalmente en los productos que no son considerados de primera necesidad y entre ellos se encuentran las bebidas alcohólicas, que han sufrido la merma en el consumo.
Para graficar la caída en el consumo general, según los últimos datos que proporcionó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en el rubro alimentos y bebidas las ventas bajaron un 9,4% anual en mayo pasado. Se acumula una caída del casi 21% en lo que va del año.
Sin embargo, si el análisis es específico con relación a las ventas de bebidas y de bebidas alcohólicas, la caída sería mayor. Por ejemplo, si analizamos el periodo enero-abril, según el relevamiento de la CAME, el consumo de gaseosas de primeras marcas sufrieron una caída del 21 por ciento, en cuatro meses.
Con respecto a las bebidas alcohólicas, el consumo de vinos cayó en promedio un 10 por ciento, pero a la cerveza le fue peor, porque cayó en total 23 por ciento. Todos estos datos de CAME son emitidos en base a la información de la empresa Nextbyn, una importante compañía de software logístico que analiza la venta de unas 1.500 distribuidoras cliente.
Sin embargo, si uno analiza los datos de consumo interno del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) también puede certificar que las bodegas y centros de producción vendieron un 6,3 por ciento menos durante el 2023 con respecto al 2022, acechadas por la mala campaña. Sin embargo, la tendencia parece continuar.
Una buena forma de comprobar que esta tendencia continúa es a través de los datos recogidos por el Observatorio Vitivinícola Argentino, que recuperó información de la consultora Scentia, sobre las ventas en hipermercados, supermercados y autoservicios de cadenas y marcas independientes de todo el país.
Según estos números, en marzo de 2024 las ventas totales sufrieron una caída del 7,5% interanual, con alimentación bajando al 2,2% anual y bebidas sin alcohol cayendo un 16,9%. Sin embargo, en el mismo periodo, las bebidas alcohólicas (vino, cerveza, aperitivos y espirituosas) sufrieron una baja del 13,1% interanual.
De hecho, en la comparativa marzo de 2024 contra marzo de 2023, las bebidas sin alcohol registran la peor caída (-16,9%), seguida de bebidas con alcohol (-13,1%). Completan el podio los productos de higiene y cosmética (-11,2%).
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