La Asociación de Viñateros Independientes de San Juan se mostró en alerta ante la situación de cara a la próxima cosecha y protestó contra algunas desregulaciones del Gobierno de Milei.
El Gobierno de la Nación viene impulsando medidas que propician la desregulación de la industria vitivinícola, las cuales no son igual recibidas por todos los actores. Por ejemplo, distintos sectores relacionados con los productores se vienen manifestando en contra.
Es el caso, por ejemplo, de la Asociación de Viñateros Independientes de San Juan que este martes emitió un comunicado enumerando una serie de críticas contra las recientes y no tan recientes políticas que vienen ejecutando desde el Ministerio de Economía para con la vitivinicultura.
“Las medidas del Gobierno nacional conducen a que los viñateros se encuentren en un panorama de total incertidumbre para la próxima cosecha” apuntó el escrito, que lleva la firma del presidente Juan José Ramos.
A su vez, pone en duda la posibilidad de que los trabajadores reciban ofertas sostenibles para el productor: “Trabajemos en lograr una concertación de precios rentables para todos los sectores que intervienen en la cadena vitivinícola, comenzando por el precio de la uva del viñatero”.
En este marco, el documento por un lado rechaza la eliminación de las licencias no automáticas que se imponían a las importaciones, que en el caso de la industria vitivinícola obligaba a demostrar el supuesto faltante de vino para justificar el ingreso de caldo al país, como sucedió con algunas bodegas que importaron desde Chile.
Por otro lado, protestó fuerte contra la eliminación del programa PROVIAR 2, al señalar: “El gobierno anterior había conseguido fondos de 50 millones de dólares para todo el sector vitivinícola a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para lanzar el PROVIAR 2 que iba a ser aplicado al mejoramiento de viñedos y estructuras de riego. Este Gobierno anuló por completo este incentivo sin reintegro para cientos de productores que tenían sus carpetas presentadas y aprobadas”.
Las críticas de la Asociación de Viñateros también llegaron para con el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Primero porque mediante una resolución liberó los vinos nuevos de uva fina a 45 días de ingresada a la bodega. “Esto significa que los primeros vinos finos pueden ser fraccionados a partir del mes de marzo del próximo año, en lugar del 1 de junio como estaba previsto anteriormente”, señalaron.
También criticaron otra medida del INV, la de ampliar la lista de variedades que pueden ser utilizadas para la realización de vino varietal, como la criolla, que históricamente fue utilizada para el vino genérico, “permitiendo que también se libere al consumo el vino producido antes del 1 de junio”.
Por último, desde el organismo en su comunicado protestaron contra el cese del envío de los fondos nacionales para combatir la lobesia botrana, obligando a las distintas provincias vitivinícolas a absorber los costos del tratamiento de la plaga, como es el caso puntual de San Juan, por ejemplo.
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