La compañía Kristich Desarrollos, que cuenta con una cadena de hotel y casinos, más emprendimientos habitacionales, buscará recuperar una fábrica que dejó de operar en agosto con unos 50 empleados.El beneficio para los viñateros.
A pesar de la crisis constante y la dificultad para sortear algunas variables macroeconómicas, el negocio sigue siendo rentable y es por eso que continúa dejando noticias de fuertes apuestas empresariales.
En este caso, la bomba en la industria llegó de la mano del desembarco de Kristich Desarrollos al negocio vitivinícola. La compañía que tiene hoteles, casinos y complejos habitacionales, ahora adquirió la mostera más grande de la provincia de San Juan: Jugos y Vinos Andinos.
El emprendimiento se encuentra en Villa San Isidro, San Martín y en agosto pasado había dejado de operar al punto del cierre. En ese momento, significó un duro golpe para la industria porque la empresa producía nada menos que el 17% del total del mosto de San Juan.
Como los antiguos dueños, de capitales japoneses, cerraron la producción y concluyeron los contratos, ahora el gigante del sector inmobiliario buscará recuperarla. Para eso, tienen proyectado comprar uva y salir al mercado con una producción en esta misma temporada.
La noticia se celebra no solo por la recuperación de los puestos de trabajo en esa fábrica, sino también porque los viñateros de San Juan que trabajaban como sus proveedores de uva tendrán certidumbre de cara a la temporada de cosecha. Podrán vender y, de paso, recuperar algunos puestos de trabajo también
Según distintas fuentes, se estima que la empresa tenía unas 50 personas empleadas, entre administrativos y operarios, puestos que podrán recuperarse con la operación. Además, se podrían recuperar más de 10 millones de dólares en exportaciones para el sector.
Jugos y Vinos Andinos supo pertenecer al Grupo Peñaflor, que estaba asociado a la empresa Kataoka & Co, quien en 2018 se terminó quedando con el control del negocio. Fue esta firma la que anunció el cierre de la fábrica y los despidos en agosto pasado.
Alguna parte de esos trabajadores despedidos hace seis meses serían parte de la nueva planta de trabajo, y quienes además liderarían la operación, pero no está garantizado que sean todos los mismos trabajadores.
En el año 2022, la empresa produjo 5.864.000 millones de kilos de mosto, por lo que generó mucha demanda de uva. Luego de una mala cosecha en 2023, para este 2024 habrá mayor disponibilidad de uvas, un incremento de la oferta que puede hacer caer el precio.
Si uno de los principales compradores de este tipo de uva (recordando que produjo el 17% del mosto de la provincia) se reinserta en el mercado, habrá más demanda de uva y el precio se equilibrará, beneficiando a los viñateros.