Dirigentes de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas informaron que en total hubo una inversión de 238 millones de pesos con distintas tasas según el impacto del daño.
La cosecha del 2023 fue la peor desde que se tienen registros. Gran parte de la responsabilidad se debe a los efectos devastadores de las inclemencias climáticas, considerando que hubo heladas tardías el año pasado y también recurrentes caídas de granizo.
En ese contexto, la devastación en la cosecha sugiere analizar que la infraestructura productiva no está adecuada a la posibilidad de que surjan estos imponderables. Sobre este preocupante proceso influye la situación económica que impacta en la capacidad de tomar créditos o destinar fondos a este tipo de inversiones.
En este sentido, la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) informó que en los últimos cinco meses de gestión se entregaron unos $238 millones de pesos en créditos a productores, con el objetivo de paliar los efectos de las inclemencias.
En total, otorgaron 716 créditos, por un máximo de hasta tres mil dólares por productor, con tasas que van del 30% para productores con daño superior al 85%; 40% para productores con daño hasta el 85%; y 50% para productores sin daño.
Recientemente, la nueva comisión directiva de la entidad cumplió un año de gestión, liderada por el actual presidente Fabián Ruggeri. El propio funcionario de la organización explicó a Télam: «El objetivo de este fondo es que perdure en el tiempo, priorizamos a los productores que fueron afectados por las heladas. Fijamos tasas bajas, del 30% al 50%».
«La idea es que los productores solventen los gastos que van a tener durante la cosecha. Están adquiriendo insumos para realizar las curaciones y también lo usan mucho para pagar el capital de trabajo», agregó
Ruggeri también relevó la importancia de los ejes de trabajo de la Asociación en temas como el desarrollo hídrico, planificación en la continuidad de la explotación familiar, financiamiento, conectividad, lobesia e inseguridad rural. También destacaron su rol en la adaptación de normativas y de regulación vitivinícola según necesidades industriales para sostener el cooperativismo.
También se destacó el cumplimiento de algunos objetivos estratégicos enfocados en buscar herramientas que permitan a los productores afectados por las contingencias hacer frente a los costos e inversiones necesarias para su recuperación, como es el caso de estos créditos.
