El Senasa informó el despacho de distintos cargamentos con ambas frutas, oriundas de Mendoza y San Juan, que cuentan con un riguroso sistema de control de la plaga. Las acciones para eliminarla.
Tras haber finalizado una nueva campaña contra la lobesia botrana, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que desde las provincias de Mendoza y San Juan se exportaron a Brasil más de 129 toneladas de uva y ciruela, con la certificación correspondiente contra esta plaga.
Fue a través de su Sistema Integrado de Medidas Fitosanitarias para la Mitigación del Riesgo (SMR) de esa plaga que el Centro Regional Cuyo del organismo aprobó el despacho de cargamentos de estas frutas en fresco, luego de un intenso proceso de control y seguimiento.
Este proceso, justamente, incluyó la certificación de cuatro cargamentos de uva de mesa oriunda de San Juan, por un total de unas 84,4 toneladas, que fueron aprobadas por los agentes del Senasa en esa provincia y posteriormente enviadas al vecino país.
Por su parte, en la provincia de Mendoza fueron los agentes de las oficinas de General Alvear y Tunuyán, junto con el Centro de Operaciones de Campo de Luján de Cuyo; los encargados de emitir el certificado fitosanitario de exportación. En este caso, en cuatro cargamentos de ciruela fresca, por un total de 44,7 toneladas.
La campaña contra la plaga inició en agosto pasado, el momento en el que los productores registraron sus establecimientos ante el Senasa y presentaron la documentación que se requiere para inscribirse en el Sistema Integrado de Medidas Fitosanitarias para la Mitigación del Riesgo.
Este sistema tiene como requisito que la fruta no presente, durante el proceso de producción, desde el campo hasta el empaque, ningún tipo de presencia de lobesia botrana ya sea en estado inmaduro o adulto.
Sin esto, no pueden exportar las frutas frescas sin la necesidad de aplicar el tratamiento cuarentenario de bromuro de metilo.
Durante la campaña que lidera la Nación a través del Senasa, la Dirección de Sanidad Vegetal de San Juan y el Instituto de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Mendoza (Iscamen) aportaron también a los productores inscriptos en el SMR con productos fitosanitarios -autorizados por el Senasa- justamente para realizar las aplicaciones que faciliten el control de la polilla.
Por otro lado, se instaló una red de trampeo y los difusores con feromonas en las fincas, necesarios para implementar la Técnica de Confusión Sexual (TCS), muy efectiva para el control.
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