Este viernes se celebra el día que pretende homenajear la importancia de la bebida nacional como industria y elemento identitario.
Este 24 de noviembre se celebra en todo el país el Día del Vino Argentino como Bebida Nacional con diversas actividades en todas las provincias productoras, con el objetivo de relevar la importancia del producto local como elemento identitario de nuestra cultura y resaltar el valor económico de la industria de la uva y el vino.
La fecha fue elegida en conmemoración al día en el que se firmó el Decreto 1.800, en el año 2010 y bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, mediante el cual se instauró el día de homenaje. Luego, en 2013, el decreto fue ratificado mediante la Ley 26.870, aprobada por unanimidad en ambas cámaras del Congreso.
El día pretende movilizar a la industria y los propios consumidores a resaltar el papel del vino en la historia y una buena forma de hacerlo es entregando cinco datos clave sobre su evolución y actual posicionamiento.
Origen e historia
La producción vitivinícola tiene más de cinco siglos en el país, considerando que las primeras vides se remontan a la época colonial, cuando los españoles introdujeron la planta. La primera plantación está fechada en 1556, en el territorio donde hoy se ubica Santiago del Estero. Luego, los cultivos se expandieron de la mano de los jesuitas en sus misiones. Para fines del siglo XVI, había viñedos en Córdoba, Buenos Aires y Santa Fé y Misiones.
Sin embargo, el desarrollo de la producción de vino no fue relevante hasta el siglo XIX, porque no contaba con la tecnología necesaria para escalar la industria. Algunas políticas de incentivo más el aporte fundamental de las olas inmigratorias de España e Italia fueron determinantes para contribuir con técnicas de cultivo y producción de vino. La calidad de la vitivinicultura mejoró significativamente. Empezaron a extenderse cultivos por todo Cuyo.
Actualidad
Al día de hoy, Argentina es uno de los 15 mayores productores y consumidores de esta bebida en el mundo. Según datos publicados por el Instituto de Vitivinicultura Argentina, del Ministerio de Agricultura de la Nación, hasta diciembre del 2022 en el país hay 207.047 hectáreas de vid cultivadas, distribuidas entre 23.090 viñedos. Son 19 las provincias en las que se registran siembras.
La cosecha de uvas de Argentina en el mismo año alcanzó los 19.368.031 quintales. El 51,7% corresponde a variedades tintas, el 29,3% a rosadas y el 19% a blancas.
Hasta el último informe de octubre, en lo que va del año se han producido 6.366.561 de hectolitros de vino, considerando los fraccionados en sus distintas versiones y los vinos a granel. Esto implica una caída del 9,5% con respecto al año pasado.
También en los primeros 10 meses, Argentina exportó 164,8 millones de litros de vino, que son un 27,8% menos que el mismo periodo del año pasado y con menos generación de divisas, a pesar del aumento del valor. De ese total, el 77,6% son vinos fraccionados y el 22,4% son vinos a granel. Eso sí, el país es el quinto exportador en volumen del mundo.
Con respecto al consumo per cápita de vino, en el país, este número se ubica en torno a los 22 litros por persona.
Turismo en crecimiento
El vino no solo es bebida e industria, también desarrolla un sector económico que se ha potenciado mucho: el turismo. En 2023 se duplicó la cantidad de bodegas abiertas a los turistas en la Argentina, en relación a la prepandemia. Esto, según informaron datos del Ministerio de Turismo de la Nación. Hacia 2019 había 210 bodegas abiertas al turismo, mientras que ahora superan las 400.