El gobernador de Mendoza hizo un balance sobre la actividad vitivinícola, destacó logros de la gestión y apoyó las desregulaciones de la administración nacional.
La temporada de cosecha implica un arduo trabajo y el crecimiento de las expectativas. Sin embargo, también es una instancia óptima para realizar un balance de la situación actual de la vitivinicultura y algunos eventos son cruciales para este tipo de análisis.
El desayuno de la COVIAR se presenta como el elemento de mayor preponderancia en el calendario de la Fiesta Nacional de la Vendimia, en el cual confluyen los distintos actores de la cadena, desde bodegueros hasta productores, incluyendo principalmente al sector gubernamental en sus distintos estratos.
En el marco de este evento, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, ofreció un discurso en calidad de anfitrión, en el que analizó la realidad del sector y ofreció su aprobación a las políticas de desregulación que se plantean desde la Nación. Lo hizo ante su par de sus Jujuy, Carlos Sadir, y el Secretario de Agricultura, Sergio Iraeta.
En el inicio de su discurso y con críticas al kirchnerismo, el gobernador celebró que “Argentina está dando vuelta la página” y que “paulatinamente está comenzado a ordenarse la macroeconomía”. También celebró “el proceso de desregulación que se ha puesto en marcha para desmontar esa telaraña que complica el desarrollo de la vida y la economía de los argentinos”.
Sin embargo, luego advirtió sobre la necesidad de gestionar con una Ley de Presupuesto y también pidió revisar “algunos aspectos relacionados a la inversión en infraestructura pública”.
La vitivinicultura según el gobernador de Mendoza
“Es evidente que un año de ordenamiento no alcanza para recuperarse de décadas de mala gestión de política económica. Pero también está claro que nuestra cadena productiva está preparada para competir en todos los mercados, fundamentalmente por el talento demostrado de sus hacedores y por la calidad del producto”, expresó el gobernador para introducir su análisis.
Cornejo manifestó que en vitivinicultura “el consumidor manda” y que el estado no debe intervenir en la formación de precios. “La evidencia demuestra que cuando lo ha hecho ha provocado serías anomalías que como resultado final han ocasionado una caída del producto y consecuentemente mayor empobrecimiento”, advirtió. En ese marco, señaló que el Estado sólo debe ocuparse de contribuir a generar un “entorno propicio” para la actividad.
Por otra parte, advirtió que la actividad sufre una “fuerte reconfiguración” a escala mundial, que enfrenta cambios significativos en los hábitos de consumo los cuales no son ajenos a la realidad local.
“Por eso desde la provincia, con el aporte de la totalidad de las mendocinas y los mendocinos, estamos cerca del productor y de las bodegas proveyendo numerosos instrumentos para que la actividad encuentre su mejor destino posible, esperando que semejante esfuerzo colectivo sea valorado con justicia por el sector”, señaló.
En ese marco, comenzó a destacar lo que consideran logros de la gestión, como la mantención de la tasa cero para la producción primaria. “Hemos mejorado sustancialmente el Fondo compensador agrícola incluyendo por primera vez su actualización por IPC”, agregó.
Luego destacó el financiamiento a tasa subsidiada por el Estado provincial por 60.000 millones de pesos a través del Banco de la Nación y del Banco Ciudad, con el objetivo de instalar malla antigranizo, mejorar la eficiencia energética, el riego tecnificado y proveer capital de trabajo para la industria, el comercio y el turismo. También remarcó que los créditos al sector productivo están exentos de sellado.
Luego destacó las gestiones que se llevaron a cabo en conjunto con el Gobierno de la Nación para la eliminación de las retenciones. “Era realmente imprescindible disminuir la carga tributaria a fin de contribuir a la competitividad en los mercados internacionales”, expresó.
“Con la voluntad de simplificar y desburocratizar eliminamos la Ley de Contratos de compraventa de materias primas agrícolas, ya que la evidencia demostró que no producía los beneficios esperados originalmente”, agregó sobre otro de los puntos.
Luego señaló que el Gobierno asumió el costo fiscal de la aplicación de la Ley de Emergencia Agropecuaria, por la cual el erario provincial enfrenta, en algunos casos, hasta la totalidad de los impuestos y servicios.
“Hemos acompañado al productor con líneas específicas para cosecha, acarreo y elaboración y, también, con una línea de anticipo para cosecha, acarreo y elaboración de uva para mosto”, agregó.
Eso sí, expresó que “es tiempo de aumentar la productividad”. Advirtió que los mayores ingresos vendrán de la mano del aumento de la eficiencia en todas las etapas de la cadena, como de la eficacia de políticas de mercadeo. Además, insistió en la necesidad de recuperar mercados internacionales y el consumo interno.
Sobre las exportaciones, agregó además que se está trabajando en Cancillería para ampliar los cupos existentes y discutir aranceles en nuevos mercados. “Para la prefinanciación de exportaciones hemos acordado con el Banco de la Nación Argentina, tasas en dólares que rondan entre el 2.5 y el 3%”, señaló.
En este marcó, prometió: “El Estado provincial se mantendrá al lado de la producción. Acompañaremos todas las desregulaciones que aún hoy dificultan el crecimiento de la vitivinicultura y la agroindustria”.
Para comenzar a dar conclusión a su discurso, anunció que Mendoza será sede de Vinexpo Explorer y pidió que las empresas acompañen el esfuerzo y la inversión que realizará el Gobierno a través de ProMendoza.
Para cerrar, expresó: “Quiero que quede claro este concepto: hay una sola vitivinicultura. Sólo existe una vitivinicultura que debe marchar de la mano entre productores y bodegas. Es inadmisible entender que haya varias vitiviniculturas porque eso daña la perspectiva de negocios y la reputación de la actividad”.