Un estudio publicado por Coninagro detalla la situación actual de 19 economías regionales del país y establece una escala para graficar su estadio. Qué posición tiene la vitivinicultura en el mapa productivo del país.
Las economías regionales no son prósperas. Aunque parece que se trata de un título por demás pesimista, es la conclusión a la que arribó el último estudio publicado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), que establece variables para medir el estado actual de 19 economías regionales de nuestro país.
Este estudio, conocido como Semáforo de las Economías Regionales -se publica mes a mes pero esta vez corresponde a octubre-, establece cinco categorías para calificar la situación actual de cada una de las economías analizadas. Van de Prosperidad, Crecimiento (ambas verde), Advertencia (amarillo), Signos de crisis y Crisis (las últimas en rojo).
La particularidad es que de las 19 economías analizadas, 14 se encuentran “rojo” (5 en crisis y 9 con signos de crisis), otras 4 “en amarillo” y sólo una en verde (crecimiento). Ninguna califica como próspera.
Lo preocupante para el sector es que la economía regional que impera en Cuyo, nucleada en la categoría “vinos y mostos”, es una de las cinco peor calificadas, con la denominación de “crisis”. La acompaña el algodón, los granos, la leche (una de las más complicadas) y la miel.
La única economía regional que creció fue la de la yerba mate. Las que se encuentran en situación de advertencia son las de hortalizas, maní, peras y manzanas, y porcinos. Mientras que las que presentan signos de crisis son arroz, aves, bovinos, cítricos dulces, forestal, mandioca, ovinos, papa y tabaco.
“En el semáforo del mes de octubre no cambia la tendencia de este año: es uno de los meses con mayores rojos en la serie. Los datos indican que los volúmenes de producción y la superficie o stock estimada es menor que la campaña anterior en 16 actividades como efecto del clima. Las subas de precios (al productor) por encima de la inflación que se observan en el mes de septiembre, al igual que en los meses anteriores siguen respondiendo a faltantes temporales, más que a causas de paridad internacional. Un caso de esto es la papa o los cítricos dulces (naranjas, mandarinas y pomelos)”, detalló el informe.
“Las exportaciones, por su parte, se recuperan en mercados puntuales, y son menores en valor (precio x cantidad) en 14 de las actividades, respecto de estos 12 meses de la campaña anterior, pese a la devaluación de fines de agosto y el cambio en los derechos de exportación en algunas economías regionales”, agregó.
Sobre este último punto, un claro ejemplo es la exportación de vinos, que a pesar de evidenciar un incremento en cuanto al precio por litro, la fuerte caída del volumen exportado generó un fuerte deterioro de los ingresos de divisas por exportación para el sector, que en lo que va del 2023 en relación al mismo periodo del 2022 fue del 18%.